EL CERDO CAPITALISTA es el blog de un porteño llamado Santiago. De derecha en lo económico y de izquierda en lo social, aquí online desde marzo del 2008. Luchando contra la gilada y tratando de educar financieramente a las clases medias.

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¿Cómo ponerle nombre a tu nuevo negocio?

Te cuento mi caso: ponerle nombre a una inmobiliaria… Quizás sirva: En Marzo, investigué cómo se llamaban las inmobiliarias líderes. Primer descubrimiento: Todas las inmobiliarias tienen una marca compuesta exclusivamente por apellidos, excepto RE/MAX, Grupo Mega y algunas inmos pedorras. Muy poquitos tienen una marca con nombre y apellido del bróker fundador. En general, es un apellido o varios apellidos.



Los portales inmobiliarios y empresas inmobiliarias con mejor posicionamiento web eran, en aquel entonces, las siguientes organizaciones (que algo debían estar haciendo bien si lideraban los resultados de búsquedas locales): Zonaprop, Argenprop, MercadoLibre Inmuebles, RE/MAX Argentina, Toribio Achával, Lepore, Maure Inmobiliaria, L.J.Ramos, Tizado, Izratzoff, Inmobiliaria Bullrich, Grupo Mega, Shenk Inmobiliaria, Toselli & Fuentes, etc.

Las pocas inmobiliarias que podían competir con el posicionamiento de los portales (“buscadores” de propiedades que se dedican a internet y no al real estate) tenían apellidos conchetos, no sólo en su marca, sino en los nombres de sus brókers individuales. Había que parecer de la aristocracia.

En línea con esa conclusión de “aristrocatizar” el nombre, busqué quiénes eran los mayores terratenientes argentos en 1930. Resulta que la cosa estaba bastante concentrada, así que fue fácil. Diez familias tenían más de dos millones de hectáreas. Esas familias eran: Álzaga Unzué (411.938 ha.), Anchorena (382.670 ha.), Luro (232.336 ha.), Pereyra Iraola (191.218 ha.), Pradere (187.034 ha.), Guerrero (182.449 ha.), Santamarina (158.684 ha.), Pereda Girado (122.205 ha.), Ruiz Díaz Vionnet (114.658 ha.), y Herrera Vegas (109.578 ha.).

Busqué dominios (.com o .com.ar) disponibles con esos apellidos y sólo llegué a algunos medio pelo como “luropropiedades.com” (que no me parecía taaan concheto y, encima, a mí no me servía) o “herreravegas.com” (que me parecía muy poco memorable y difícil de escribir).

¿Por qué no me servían los nombres con “propiedades”? En mi caso, el nombre de la inmobiliaria no podía decir “inmuebles” o algo así porque sólo ayudamos a compradores (y no vendemos propiedades/inmuebles).

Dado no me convenció lo anterior, me puse a pensar qué nombres se relacionaban con la aristocracia argentina aunque, efectivamente, no lo fuesen. Me pareció que lo francés cumplía ese propósito. Busqué apellidos franceses en internet. La mayoría eran absolutamente impronunciables en castellano (menos aún memorables para el común de los mortales)… pero algunos sí que cumplían con esa magia. Apellidos como “Lacroix” se leían de una forma en francés y de otra en castellano, pero en ambos idiomas eran apellidos pronunciables (y, con viento a favor, recordables).

Ahí me planté. Basta de vueltas. Que sea un apellido francés tipo “Lacroix” a secas (sin ninguna palabra más en la marca). Entonces… ¿Tenía que incluir un slogan? ¿Podía ser “brokers inmobiliarios” ese “subtítulo”? Medio choto. Pensé que el slogan tenía que posicionarnos (y, para eso, me parecía que tenía que dejar claro qué hacíamos y, también, que NO hacíamos), así que pensé 10 opciones:

  • Bróker Inmobiliario, exclusivo del comprador
  • Bróker Inmobiliario, exclusivo de compradores
  • Bróker Inmobiliario sólo para compradores
  • Agente inmobiliario exclusivo de compradores
  • Agentes exclusivos de compradores inmobiliarios
  • Agente inmobiliario exclusivos de compradores
  • Agente del comprador inmobiliario
  • Inmobiliaria de compradores
  • Inmobiliaria para compradores
  • Bróker del comprador

Se las pasé a una amiga grosa en nuestro glorioso idioma y me dijo que “inmobiliaria de compradores” era lo más claro. Coincidí. ¿Ma’ qué tanta palabra de más?

Y así nació, en un par de días, un nombre para mi futuro proyecto: Lacroix - Inmobiliaria de compradores. ¡Veremos si el nombre perdura o muere antes de nacer!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El nombre es toda una rama del marketing; en EEUU hay agencias que se dedican en exclusivo a eso. Acá es notorio lo de buscar asociaciones en los rubros, como pasa en la gastronomía y las heladería que todo tiene que sonar tano. También está bueno pensarlo para uno mismo, cómo hizo Rosa Suárez cuando se puso Mirtha Legrand (ahora que lo pienso, tu Magnin puede ser una maniobra similar :p) Éxitos con el nuevo proyecto, Ud. tiene con qué. Saludos! Pablo.

Dario dijo...

"Te cuento mi caso: ponerle nombre a una inmobiliaria… Quizás sirva: En Marzo, investigué cómo se llamaban las inmobiliarias líderes. Primer descubrimiento: Todas las inmobiliarias tienen una marca compuesta exclusivamente por apellidos, excepto RE/MAX, Grupo Mega y algunas inmos pedorras. Muy poquitos tienen una marca con nombre y apellido del bróker fundador. En general, es un apellido o varios apellidos."

¿No habrás caído en el Survivorship bias?

Santiago A. Magnin Gómez dijo...

Es verdad, je! Puede que haya caído en el querido sesgo del sobreviviente. Habría que ver cómo conocer la variedad de nombres "original" (perdedores y ganadores, todos juntos). Ni idea dónde conseguir algo así. No ha de haber correlación entre marca con nombre y apellido, y éxito. Pero, ¿y si la hay? No hay gran costo de oportunidad por ir por la opción #1. Igual, al final, "Lacroix" ya murió (y también su modelo de negocio, que no fue validada en la realidad real -je!-). Hace 9 meses estoy laburando en el líder del mercado inmobiliario (para aprender).

Gracias por tus comentarios Darío!

Pablo María Fernández dijo...

Releyendo tu glorioso blog veo este post y me intriga saber qué te llevó de Lacroix a usar tu nombre y apellido (simple, no doble). Intuitivamente y desde los hombres de algunos gurúes como Al Ries me parece una decisión más acertada, pero conociéndote seguro hay un rational detrás ;) ¡Abrazo!