6 razones por las cuales aún no es momento de que pidas la tarasca

1. Como fundador, solo estás dispuesto a dejar tu actual laburo en relación de dependencia una vez que levantes efectivamente capital.
2. Como fundador, solo estás dedicándote part-time a tu proyecto (ya sea porque seguís dedicando algunas horitas a laburos autónomos que te dan de comer o porque decidiste meterte en varios emprendimientos distintos a la vez).
3. Aún no entendés mucho de números ni sumaste a un socio que lo haga. Sin entender, de forma intuitiva, cómo hacer una división, no podrás encarar ningún debate fructífero sobre lo que vale o no vale tu humo (futura compañía).
4. Tus redes sociales han estado demasiado activas los últimos días (lo que dará la clara señal de que laburás poco en tu emprendimiento y boludeás mucho en Facebook, Twitter o tu droguita de elección).
5. Aún no pudiste demostrar nada de tracción. Si ninguna de tus ideas innovadoras fue validada con el mercado, es preferible esperar (para no levantar guita a una valuación muy baja o "quemar barcos" con tus amigos adinerados previo a poder hablar con hechos -y no con supuestos no validados-).
6. Recién arrancaste en el emprendimiento y ya nombraste a un amigo como presidente, a un conocido de un conocido como CMO y a dos ingenieros informáticos amigos como analistas (previo a levantar inversión y ofreciendo un burn rate alucinante, sin haber reducido -aún- el riesgo).