EL CERDO CAPITALISTA es el blog de un porteño llamado Santiago. De derecha en lo económico y de izquierda en lo social, aquí online desde marzo del 2008. Luchando contra la gilada y tratando de educar financieramente a las clases medias.

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1,03 o más... el resto, zaraza

Hace dos años que estoy en el “mundillo emprendedor” (lo que gira alrededor de los eventos emprendedores en hoteles de primera línea, los cursos universitarios de entrepreneurship, los concursos emprendedores, las aceleradoras, los inversores ángeles, las incubadoras, los aportes no reembolsables y los espacios de coworking). Me divierten mucho las diferentes personalidades que uno se cruza allí. Los habitantes de este canchero planeta son...
  • TIPO A - Emprendedor de alto potencial que quiere cambiar el mundo: Son los menos. Si uno analiza cualquier ecosistema emprendedor encontrará que estos cracks no representan a más del 1% de la población total. Están emprendiendo, de verdad, con cabeza (inteligencia), huevo (alta tolerancia al riesgo), músculo (¡laburo!) y visión comercial (saben que los negocios se hacen ganando guita). Agarre uno a la generación que agarre, encontrará en la misma muy pocos emprendedores de alto potencial con visión global. Su escasez es la razón por la cual las aceleradoras tienen ratios de aceptación inferiores al 1%.


  • TIPO B - Empresario MiPyME del mundo real (~40 años): No sabe lo que son las startups tecnológicas ni las “empresas B”. Sabe que, para sobrevivir, hay que hacer cosas que la gente quiera. Son esos tipos/as que ven oportunidades en la calle (y no sentados en un Starbucks frente a su notebook). Suelen haber arrancado jóvenes a emprender y llevan décadas (de éxitos y tropiezos) en su rubro. Son los reyes de su especialidad, que suele ser poco glamorosa. La sociedad, en general, ignora por completo a estas personas. Son dueños de micro, pequeñas y medianas empresas que quieren crecer y son lo suficientemente humildes para admitir que no saben cómo (por lo que acuden al conocimiento profesional del mundillo emprendedor).

  • TIPO C - Empleado cagón de alto potencial: Es fanático del mundo emprendedor, pero lo mira desde afuera. Trabaja en relación de dependencia y, en su empresa, lo tratan muy bien (hasta lo llaman “intrapreneur”). Suele haber superado procesos ridículamente eliminatorios para ingresar a su puesto (Ejemplo en Google Argentina: Sólo entra uno de cada 191 postulantes) y, una vez dentro, no tarda mucho en ser catalogado como “HP” (high potential). Dado las empresas grandes, son grandes máquinas de promediar, este empleado no suele cobrar tan bien como se merecería. Está en el 2,5% más vivo del planeta (IQ>130), pero es cagón: Prefiere ganar un buen sueldo, viajar por el mundo de la mano de Papá CEO y esperar, quien sabe hasta cuándo, para pegar el tiro emprendedor.

  • TIPO D - Desempleado: Es un joven profesional (~25 años) que terminó la carrera a los tumbos y, de no estar jugando a ser emprendedor, estaría indefectiblemente en el tercio de profesionales imposibles de emplear (o empleables a menos que el salario mínimo de cualquier sindicato decente -es decir, 8 lucas pesos en mano o menos-). Suelen ser de clase media, así que, su disfraz emprendedor, no suele durar mucho. Aunque la careta sea copada, no hay que confundir emprendedor con desempleado.


  • TIPO E - Niño rico: Es un joven adulto (~30 años), que sigue vistiéndose y actuando como niño/a. Vive de rentas pasivas heredadas o aún vive directamente de sus padres. Pasa sus días en su oficina propia creando modelos de negocios no rentables (quemadores de dinero familiar). Siempre tiene empleados (así que, aunque sea, distribuye riqueza). Tan sólo una minoría de estos niños y niñas emprende comercialmente (dado la mayoría cree que la mejor forma de salvar al mundo de su injusticia es encarando emprendimientos sociales). No están dispuestos a laburar desde las 7am, pero, tarde o temprano, siempre logran su objetivo: Queman toda su fortuna… y, gracias a eso, hacen del mundo un lugar más justo.


Mientras que los “emprendedores tipo C” no son ni útiles ni dañinos para el mundillo emprendedor, los “emprendedores tipo D” y “los emprendedores tipo E” sí que son peligrosos. Son tipos/as que aún no entienden que la riqueza, bien habida, siempre ha de ser generada (no heredada, ni distribuida o mendigada a Papá Estado). Suelen ser tipos “altruistas” que no saben que el mundo crece al 3% anual. Son anti-progreso que ven con buenos ojos a la igualdad en el estancamiento.

Dado las etapas de un emprendedor (sea cual sea), son masomenos seis*, lo loco de todo esto es que es MUY jodido saber, a corto plazo, si uno está frente a un desempleado o a un emprendedor de alto potencial, a un niño rico o al próximo Paolo Rocca...* Las seis etapas serían algo así: 1.- Quiero ser emprendedor. 2.- Tengo una idea. 3.- Soy un emprendedor. 4.- Somos un equipo con sentido. 5.- Encontramos un modelo de negocios escalable (y, por lo tanto, de alto potencial). 6.- La etapa de Pinky y Cerebro: Ya validamos nuestro modelo de negocios. ¡Estamos listos para conquistar el mundo!


Cualquiera que termine su vida habiendo generado menos que lo heredado (entendiendo por “heredado” todo lo que nos vino de arriba, desde educación y alimento como niño hasta depto en Palermo sin desembolsar un sope propio como adolescente) elevado a la cantidad de años activos (aprox 50) es indefectiblemente un parásito que ha necesitado de alguien más productivo para bancar su existencia.

Son parásitos deficitarios los que, heredando un edificio metafórico de 18 departamentos, espichan dejándole a la sociedad del mañana tan sólo 16 deptos en pie (porque se les cayó el noveno piso del edificio por falta de mantenimiento). En la otra orilla del río están los gloriosos laburantes y emprendedores (generadores de riquezas ambos) que, heredando en bienes materiales e inmateriales (como educación, cariño y contactos) un edificio metafórico de 2 departamentos, espichan dejándole a la sociedad del mañana cuatro edificios torre de 54 departamentos cada uno, sea de quien sea la propiedad de los mismos.




¡El generador de riquezas de mentalidad imperialista es mucho más beneficioso para la sociedad que el redistribuidor menos deficitario de todos!

Termine mi vida como “A”, “B” o “C”; espero nunca caer en el mundo de los walking dead emprendedores (“D” y “E”). Mis felicitaciones y mi orgullo a todos esos “A”, “B” y “C” que, generando 3% o más de riqueza extra para la sociedad anualmente, hacen del mundo este lugar en plena mejoría que está aniquilando, año a año, a la pobreza, la esclavitud y la guerra heredadas de todos los sistemas previos al capitalismo (donde los visionarios, los emprendedores creadores, los científicos y los inventores eran sometidos por la gilada gubernamental, burocrática, religiosa y/o militar).

3 comentarios:

Saggio Carlos dijo...

A o B. Para el resto del abecedario estamos nosotros....

Unknown dijo...

Del 1 al 10

10 SOBRESALIENTE

Excelente dicción . A mi parecer , creo que la categoría te la pone el mismísimo sistema capitalista a la hora de emprender algún que otro negocio . Yo creo que para todo lo que uno se proponga se tiene que tener en cuenta las 7 claves ..

Unknown dijo...

1. Alta capacidad de adaptación a los cambios:
Ésta es una de las principales características que los emprendedores exitosos poseen. La flexibilidad del emprendedor es parte primordial para el éxito, en especial cuando la incertidumbre y la inseguridad es una constante dentro de todas las empresas.
2. Planificación:
Cada vez que necesites enfocar tus esfuerzos, lo que debes hacer es planificar. Esto lo puedes realizar de distintas formas: detallado, basada en objetivos estratégicos o persiguiendo dos o tres acciones.
3. Networking permanente:
Constantemente debes hacer crecer tus redes de contacto, ya que el networking es la base para tu éxito. El desarrollar una gran red de contactos te puede permitir conseguir capital cuando lo necesites, nuevos clientes, evaluar a tus empleados, validar ideas de negocios o la exposición pública favorable a tus emprendimientos.
4. Alta selección en sus inversiones de marketing:
Concentra tus actividades de marketing en oportunidades que puedan darte un alto retorno de tu limitada inversión.
La poca disponibilidad de fondos para actividades de marketing es una característica constante, pero tú como emprendedor efectivo debes ser creativo al elegir tus inversiones para así poder generar atención en los mercados, reconociendo que tus actividades de marketing deben coincidir con las necesidades de tus clientes.
5. Proactividad:
Esta característica es fundamental en emprendimiento exitoso. Ten claro que un emprendimiento es la organización de diversos recursos, ya sea humano, tecnológico, de capital o materiales, que tiene un objetivo común. Y la proactividad del emprendedor es la constante organización de aquellos en la persecución de ese objetivo.
Si funcionas con esta característica, verás la diferencia entre un emprendedor exitoso, y aquel que no lo es.
6. Conocimiento de todos los aspectos relacionados con el emprendimiento:
Para lograr el éxito debes tener un vasto conocimiento de numerosos aspectos de tu negocio. Necesitas poseer conocimientos contables, legales, económicos, financieros e impositivos, pero debes tomar en cuenta que en algún momento deberás ser asistido por profesionales capacitados en determinado tema.
7. Extraordinaria capacidad de trabajo:
Si quieres ser un emprendedor exitoso y efectivo debes ser el primero en llegar y el último en irte de tu lugar de trabajo. Debes estar encima de todos los procesos o decisiones tomadas en tu empresa.