EL CERDO CAPITALISTA es el blog de un porteño llamado Santiago. De derecha en lo económico y de izquierda en lo social, aquí online desde marzo del 2008. Luchando contra la gilada y tratando de educar financieramente a las clases medias.

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¡Tengo la Matrix en la cabeza!

Gente emprendedora (y ocasionales visitantes); les cuento lo que me pasa.

Cuando voy a cualquier lado (gran empresa, pequeño comercio, ente gubernamental o lo que sea), me aparece el código de la Matrix en la cabeza (cientos de numeritos en verde se hacen poseedores de mis neuronas en cuestión de segundos).

Al salir de la facultad, voy a una fotocopiadora a comprar unos apuntes. Quince personas de cola, dos empleados malhumorados y la fotocopia a $0,20. Me pongo a pensar… Si el alquiler del negocio de la esquina estaba $7.000, éste tiene que estar como máximo $5.000. Cinco luquitas de alquiler más cuatro de sueldos, un par de cargas sociales y otro par de impuestos e improvistos. A groso modo, este muchacho tiene costos fijos que no llegan a las 15 lucas. Con lo que vende, éste se tira un pedo y alcanza el punto de equilibrio. ¿Dará para ponerle una fotocopiadora acá al lado y conformarme con sacarle el 30% de la clientela? ¿Tengo que considerar el riesgo de que me baleen desde el CECE o me saque un dedo “la mafia de la fotocopia”?

Voy a un bar con una mina. Mientras ella se está sentando yo ya conté que hay 20 clientes, 9 empleados y una docena de mesas libres. ¡Carajo! Este pobre papafritas está perdiendo guita a lo pavote un Viernes a la noche. ¡Ni me quiero imaginar lo que es un Miércoles! Encima el bar de al lado está repleto. A $120 por empleado, más el costo proporcional del alquiler ($400), más el costo variable de los tragos… En este momento le están ingresando 600 pesitos mugrientos y ya no le quedan más rotaciones de clientes en esta noche. El de al lado tiene una onda bohemia, un local mucho más chiquito y la mitad de empleados… Pero tiene el doble de clientes. ¡Qué locos son los negocios! ¡Voy a investigar cómo poner un bar en Palermo Soho!

Si voy a un boliche, después del primer trago, ya tengo en la cabeza catorce variables. Empleados de seguridad, tamaño del boliche, cantidad de clientes, comisiones de los RRPPs, tarjeteros que trabajan gratis, descuentos, etc. ¿Las ventas serán proporcionales al tamaño de los “atributos” de la barwoman? ¿Si lleno el VIP de minas lindas, vendo más? ¿Qué segmento etáreo gastará más? El alquiler supera las 30 lucas, pero los empleados están casi explotados. Claramente el costo más significativo es el alquiler. Si sólo el 30% de los que entraron pagaron el precio completo de la entrada ($50) y hay 1.000 personas acá adentro. Mínimo el dueño está facturando $20.000 de entradas más consumiciones esta noche sola. A tres o cuatro noches por semana. ¡A la mierda! Claramente el riesgo de jugársela con un negocio así, se ve más que recompensado. ¡Cuando tenga guita me pongo un boliche!

Voy a inscribirme a un curso del Rojas (dependiente de la UBA). Mis expectativas son bajas. No espero un servicio magnífico. Planta baja: Tres empleadas en recepción. Charlan de su vida. No le prestan atención a los que esperan ansiosamente que les indiquen donde queda tal o cual departamento. Cuarto piso: Diez empleados y dos trabajando. El resto conversa de la vida con un buen mate en mano. Poco interés en el cliente. El edificio es excesivamente grande y el centro ofrece centenares de cursos. Nuevamente la Matrix. ¿Hasta qué punto puede subsidiar el Estado la vagancia y la inoperancia? Si me pongo un centro de capacitación acá al lado, pago $8000 de alquiler, $10.000 (por cuatro empleados que trabajen) y los honorarios de los docentes como porcentaje sobre el valor cobrado al alumno. A $140 el curso de 8 clases. Son 25 alumnos por curso. Aprox. $450 por clase. $150 para el docente que va a tocar el cielo con las manos. Me quedan tres gambas por cada dos horas. Luca quinientos de facturación diaria como base. Mínimo, me ingresan treinta, salen veinte. ¡Pegándola con un par de cursos interesantes me lleno de guita! ¡Sacándole el 5% del mercado al Rojas me enriquezco!

Mientras voy caminando por la calle con una mina, en el tiempo en que ella tarda en preguntarme “¿en qué estás pensando?”, yo ya hice un sondeo exhaustivo de la cuadra. Detecté que hay tres locales en alquiler, dos kioscos, una librería, un gimnasio y una imprenta en una cuadra con tan sólo tres edificios. ¿Estaré en un punto neurálgico de comunicación entre el colegio ese que queda cerca y el complejo edilicio de la avenida? Mmm… ¡Que zona con potencial! Voy a tener que volver para ver que negocito se puede instalar en alguno de esos locales en alquiler.

Pizzerías, gimnasios, locales de indumentaria, taxis, paradas de diario, hamburgueserías o pancherías, panaderías, cafeterías, bares, verdulerías, agencias de remises, locales de calzado, bazares, perfumerías, agencias de viaje, farmacias, lavaderos de ropa, casas de lencería, ferreterías, lavaderos de autos, heladerías, locales de bijouterie, puestos de flores, DVD Clubs, carnicerías, pet-shops o veterinarias, centros de copiado, sex-shops, imprentas, jugueterías, librerías, locales de computación, almacenes, fiambrerías, maxi-kioscos, peluquerías, locutorios, cybers, salones de fiesta, pubs, mercerías, dietéticas o restaurantes. Ninguno se salva de mi análisis fugaz e inevitable. Está en mi naturaleza. A cualquier negocio que voy, lo analizo.

Conclusión: Estoy obsesionado y mi obsesión se llama “negocio propio”.

2 comentarios:

Patricio Ramirez dijo...

Hola Santiago, muy buen articulo aunque = un poco enredado, jajaja oye no piense tanto, su negocio ya lo tiene aca en su web, solo e falta trabajarlo mas.

Anónimo dijo...

jajaj a mi me pasa lo mismo y lo peor es q cuando pienso en montar uno veo otro q pinta mejor y tiene mas clase y no hago ninguno jaja
ptd muy bueno tu blog parce un saludo desde colombia