EL CERDO CAPITALISTA es el blog de un porteño llamado Santiago. De derecha en lo económico y de izquierda en lo social, aquí online desde marzo del 2008. Luchando contra la gilada y tratando de educar financieramente a las clases medias.

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Mi teoría del anillo

En mi loca cabeza hay pensamientos contradictorios y, hasta a veces, extraordinariamente opuestos. Por esto, ante reiterados pedidos de conocidos y amigos por una explicación para esta contradicción intrínseca, me he decidido a postear este análisis gráfico de “mi teoría del anillo” (©).
¿Qué sostengo con mi teoría del anillo? Que puedo ser, a la vez, ultra-capitalista y de espíritu hippie, de extrema derecha y de extrema izquierda, así como ateo y evangelizador.

Como verán a continuación, he creado tres anillos diferentes (espectro político, filosofía de vida y religión), los cuales se dividen en cuatro cuadrantes cada uno. Lo que intentan estos anillos es representar el ying y el yang de mis juicios de valor… mi “extremismo combinatorio” (=P). Por esto es que en los tres me ubiqué entre dos posiciones opuestas, porque me gusta todo al extremo pero siempre combinado (una de las bases de mi “teoría del anillo”). Nada de grises. Sólo blancos y negros, pero combinados.
Conozcan mi forma de ver el mundo y compartan sus propias ideas. ¡Espero sus opiniones! ¡No escatimen en comentarios!

Espectro político

En cuanto a política, estoy totalmente en contra de regímenes fascistas o anarquistas, y personajes autoritarios como Hitler, Stalin o Fidel Castro me parecen despreciables e inhumanos (lacras carentes de sentimientos escondidos detrás de una “ideología”).
Sin embargo, me parece que el régimen ideal sería una extraña combinación entre intervencionismo estatal y laissez-faire (ambas al extremo).
La parte socialista de mi “limbo político” se encargaría de garantizar igualdad de oportunidades para todos los habitantes, así como un mínimo estándar de vida (clase media baja sin lujo alguno) independientemente del mérito. Una vez lograda la igualdad de oportunidades y garantizado un “piso” para el nivel de vida, estoy totalmente de acuerdo con una auténtica guerra competitiva amparada por un liberalismo extremo donde sólo el mérito marque las diferencias en los niveles de vida superiores al “estándar mínimo”. El Estado no ha de intervenir aunque la distribución de la riqueza sea 1000 a 1. Si hay igualdad de oportunidades, dicha desigualdad es, para mí, moralmente correcta.
¿Cómo lograrlo? Con un Estado que sea “socio” de todo negocio, pero que esté mayormente ausente en los asuntos económicos (sólo preocupándose por garantizar la igualdad de oportunidades). ¿Cómo? Altos impuestos a las ganancias y ningún tributo al salario, al consumo, al ingreso o a la propiedad. Reduciendo la burocracia y la participación estatal en la economía, se tendrían que poder hacer “buenos negocios” a pesar de que el Estado se lleve la mitad de las ganancias. El Estado debería “dejar ser” a la competencia entre personas y empresas; así como el libre actuar de la ley de la oferta y la demanda.
Propongo una economía de mercado donde el Estado esté presente (no como plantea el neoliberalismo) pero donde no sea un obstáculo (como suele ser en los regímenes intervencionistas). La “mano invisible” no es tan mágica, por lo que le digo sí a los planes sociales y sí a la educación/salud en manos públicas así como privadas. Por otro lado, defiendo a la competencia, y a la consecuente aparición de ganadores y perdedores. El Estado debe dejar que la eficiencia gane.
Por todo lo anterior es que en casi todas las votaciones donde participé, he votado a partidos de izquierda (dado que las propuestas de la derecha no cumplen con la base de mi “limbo político”). En mi espectro político, Patricia Bullrich, Mauricio Macri y Pino Solanas sí son compatibles.

Filosofía de vida

Como verán, en este segundo anillo la cantidad de “vida” que se dedica al trabajo parece ir de mayor a menor de abajo hacia arriba; siendo el “workaholic” el extremo de adicción por el trabajo mientras el “hippie” y el “inversor” creen que la búsqueda de la felicidad involucra otro camino.
¿Por qué me ubiqué ahí arriba entonces? Porque siento más afinidad por el hippismo que por la empleabilidad. Justamente por ser ultra-capitalista, creo que la gracia del sistema es que, dadas las oportunidades correctas, cualquiera puede pasar de proletario a capitalista, recorriendo el anillo de izquierda a derecha llegando, al final, a la categoría de “inversor”.
Creo que todos deberían querer ganar más dinero para aumentar su nivel de vida, pero no le encuentro el sentido a dar 14 horas diarias a ese objetivo, pues, en tal caso, no nos quedaría vida para disfrutar ese nuevo nivel de vida.

En consecuencia, mi objetivo personal es transformarme (a la brevedad) en auto-empleado, dueño de negocio e inversor. Intento combinar el “espíritu libre” del hippie con un excelente nivel de vida proveniente de dignos ingresos pasivos.
Valoro enormemente la “trascendencia”, por lo que odiaría pasar años siendo una pequeña e insignificante tuerca en una máquina monstruosamente gigante (Ejemplo: ser empleado en una multinacional). En cambio, me parecería muy trascendente CREAR algo: una empresa, un libro, una obra de arte… generar algo que, si yo no estuviese en el mundo, no se hubiera generado. Desde ya que si nuestro objetivo es CREAR, muy difícilmente será compatible con un trabajo de nueve horas y dos horas de viaje por el congestionado centro porteño. ¿Mi “misión”? Ser artista e intelectual, pero rico.


Religión

Finalmente, en cuanto a la religión, podrán ver que el anillo también muestra cuatro cuadrantes; donde los dos cuadrantes de la izquierda están formados por gente que profesa alguna religión (sea cual fuera); y los dos cuadrantes de la derecha están formados por gente que no profesa ninguna religión (pero tiene diferentes ideas sobre las mismas).
Para aclarar un poco los términos utilizados ofrezco un par de definiciones:
  • El apateísmo sostiene que la existencia (o no) de dioses o deidades no es en ningún sentido relevante.
  • El escepticismo se basa en la duda, por lo que sólo afirma que nada se puede afirmar (valga la redundancia).
  • El agnosticismo sostiene que, para el ser humano, es inaccesible todo fenómeno que escape de la experimentación (como la existencia de “seres superiores”).
  • El ateísmo niega la existencia de dioses o de una “realidad divina”.
Nuevamente me ubiqué entre dos posiciones opuestas. En esta oportunidad porque me considero un “evangelizador del ateísmo”. Creo que darse cuenta de que no hay ningún Dios es relevante para mejorar el nivel de vida de toda la población, y me parece una causa importantísima el luchar por disminuir la influencia de toda creencia religiosa (fantasiosa) en el mundo.
¿Qué genera la religión? Mutilación de mujeres en África y Oriente Medio; violencia, guerras y enfrentamientos; prohibición de perforar el suelo en algunas tribus africanas (lo que genera sed, muerte, problemas de visión y ceguera); etc, etc, etc.
Guiarse por “la fe” y no por “la razón” es antiprogreso; y dedicar recursos al mantenimiento de sistemas eclesiásticos que nada ofrecen más que falsa esperanza es, cuando menos, un despilfarro (en un mundo donde todavía hay más de mil millones de personas en la indigencia).

6 comentarios:

Esteban dijo...

Mmmm un post muy interesante. Yo sería algo así como de centro-izquierda, empleado full time y creyente.
Disiento con algunas cuestiones sin embargo. No considero a la religion netamente mala como vos la describis. Así como toda civilización ha tenido su esfera material, también ha tenido su esfera espiritual. Lo espiritual es importante para todos. Y una cosa más, el agnostico es naturalmente creyente.... cree en la no existencia de una divinidad.
Salute que vuelvo a trabajar.
Muy bueno el post!

analia aspauzo dijo...

Me resulta difícil poder considerar a un sujeto "cerdo-capitalista" y a la vez "hippie" (termino que se ha puesto de moda en estos últimos años), un "ultra-derecha" y un "ultra-izquierda" o un "capitalista" y un "socialista".
Es como si una persona fuese capaz de ser hombre y mujer al mismo tiempo .Con esta analogía me refiero a que asi como es biológicamente imposible dos sexos en una misma persona (a no ser que sea causa de alguna enfermedad, en cuyo no se es ni uno ni el otro) me resulta caótico imaginar que ideologías opuestas (originadas históricamente por estucturas de pensamiento completamente diferentes) se encuentren juntas,abaladas por igual. Un blanco y un negro juntos, sin un gris, no es ni blanco ni negro.

El capitalismo viene de la mano con la no-creación, el hombre cuya única función pasa a ser palanca
en la gran maquinaria, un simple subsidiario, empleado. Reducido a lo inmediato, a autoabastecese día a día. Sin tiempo para la reflexión, una cosmovisión limitada.Sin tiempo para la felicidad, solo al placer inmediato (el que se alcanza con un módico salario). Pero, ¿cómo es que este hombre no se rebela? El problema está en cierta fe. Se trata de una Utopiá: La de poder ascender sea de "proletariado" a "capitalista", de "clase baja" a la "clase alta". Utopía que conforma y tranquiliza.Asi se escuchan atrocidades cómo: "El que es pobre es porque quiere" o peor "pobres existieron siempre". Abalando la exclusión al máximo y a unmundo de oportunidades para pocos. Creo que no existe tal ascenso ("Sueño Americano") así como también no creo en el ascenso al "Reino de los cielos" (base del Catolisismo).
Es interesante dar una mirada al genesis de la iglesia y al de la burguesía capitalísta, un vistazo a la superestructura planteada por Marx.

De este modo, plantear capitalismo e igualdad de oportunidades, es contradictorio. Socialismo y Capitalismo tienen bases ideológicas opuestas, cuya fusión, da un pensamiento inestable. Si bien no existe un sujeto 100% socialista o 100% capitalista, ya que se trata de taxonomías ideales: modelos que no existen de forma "pura" en la realidad, no debemos confundirnos planteando un sujeto "50% socialista y 50% capitalista" ya que formariamos a un sujeto desequilibrado, de pensamiento fluctuante.


Sin deseos de aburrir mas, dejo en tus manos un modesto pantallazo de parte mis opiniones
sobre tu teoría planteada. Desearía abundar mas en el tema, pero me temo que sería cargarte
el blog de una masa densa de información.


Saludos!
analía

Santiago A. Magnin Gómez dijo...

Esteban:

No coincido con tu punto de vista religioso, pero lo entiendo perfectamente.

En cuanto a "la creencia de no creer" en todo caso sería para los ateos y no para los agnósticos que no profesan ninguna "creencia" ya que no dicen ni que existen ni que no existen deidades. Desde mi visión, tener la "creencia" de que Dios existe (cuya existencia es imposible de probar) es lo mismo que sostener como "creencia" cualquier otra cosa flashera imposible de probar (Ejemplo: existencia de una cuarta dimensión con realidades paralelas donde el Esteban de ese mundo es ateo =P).

Yo creo que no hay ningún Dios (desde ya que está COMPROBADO que su acción terrenal es inexistente, por lo que rezar por algo terrenal no tiene ningún sentido... no así pedir ir al cielo, lo cual es DESCONOCIDO, posible pero altísimamente improbable).

¡Saludos!

Santiago A. Magnin Gómez dijo...

Ani:

¡Muchas gracias por el comentario! Muy bueno todo lo que escribiste, pero no coincido casi en nada (=P).

Me parece que la dualidad sí existe, y justamente, a pesar de que un hombre sea hombre, un hombre no va a ser 100% masculino, sino que va a tener un lado masculino más acentuado y un lado femenino menos acentuado (por lo tanto si nos ponemos filosóficos todos somos masculinos-femeninos). Sin ir más lejos… ¡yo me depilo las cejas! (=P).

Lo de los colores (blanco-negro o gris) sí que es discutible, pero fue más un recurso para ponerle color al post que otra cosa.

En cuanto a las ideologías, coincido en que es muy difícil mezclar ideologías opuestas, pero sin embargo, creo que justamente esa loca mezcla es la que mejores resultados puede generar en una sociedad.

A las demás afirmaciones que planteaste las respondí con un glorioso nuevo post (http://elcerdocapitalista.blogspot.com/2010/03/respondiendole-una-amiga-socialista.html)

¡Gracias por la participación!

Anónimo dijo...

Veo una contradiccion en tu opinion en este punto.

"Propongo una economía de mercado donde el Estado esté presente (no Por otro lado, defiendo a la competencia, y a la consecuente aparición de ganadores y perdedores. El Estado debe dejar que la eficiencia gane."

Si el estado deja que la eficiencia gane, es posible que ciertas estructuras productivas predominen sobre otras destruyendo a las "perdedoras" con sus consecuentes efectos en el mercado de trabajo. No hay impuesto a la ganancia que recauden suficiente para un desempleo tan abismal. Además, los capitalistas tienen sus trucos para evadir ese impuesto de muchas formas. Otro error en tu pensamiento está en no considerar el "interes propio" que tiene un capitalista, lo cual implica que seria muy reacio a permitir aumentos abismales en el impuesto a las ganancias o a retenciones (¿acaso no lo vimos con el campo hace unos años?) El desempleo seria un gran problema, no solo social, sino para el progreso y la innovacion. Se ha visto en los 90. Ya se que no planteas un modelo neoliberal, pero puntualizo en tu contradiccion entre querer implementar un sistema redistributivo de ese estilo y dejar todo lo demas a las fuerzas del mercado.

En el contexto argentino, si dejamos todo ligado al mercado, el campo es el unico que ofrece condiciones de competitividad desde un punto de vista macro. Habria destruccion de empleo y empresas que el estado no seria capaz de subsanar con politicas redistributivas ¿acaso el campo de lo dejaria?

Pensalo.

Anónimo dijo...

Sinceramente no concuerdo con vos (sólo leí lo político), pero respeto tu opinión porque veo que tenés suficientes competencias para establecer una postura, osea que no lo hacés desde la ignorancia. No concuerdo con vos porque me parece que los sistemas que planteas son básicamente opuestos y yo no creo que se puede hacer una hibridación entre ellas. Yo creo que si planteás un piso entre la distinción de clase y que se permita digamos acceder a la competencia y poder tenes mejores intereses quedaría básicamente esa clase media baja que vos describís como la clase baja del sistema capitalista actual. El sistema capitalista tiene como base la pobreza para que se pueda manterner el sistema.

saludos