¡Basta de bullshit! ¡Mi casa y mi televisor sí son activos!

Es admirable como un hombre sin ningún tipo de formación (formal) en finanzas, economía o contabilidad, se ha hecho con un imperio en un nicho del mercado editorial: autoayuda financiera.

¿De quién hablo? Del grosísimo Robert T. Kiyosaki; un empresario editorial de la ostia… ¡Un marketinero ¡de puta madre! (como dirían nuestros hermanos españoles).
Basando su material (más extenso que la Biblia o que la obra de muchos premios Nóbel en Economía) en cuatro obviedades, tres mentiras y uno o dos delitos; Robert Kiyasaki amasó millones vendiendo a través de libros, audios, videos y conferencias el concepto de la “libertad financiera”.


¿Por qué defiendo al hombre pero no comparto algunas de sus ideas?
Lo defiendo, porque como expresé en la introducción a este post, me parece un excelentísimo emprendedor que transformó la idea de la “libertad financiera” en un concepto “embotellable” capaz de ser vendido en decenas de formatos a millones de personas (alrededor de todo el mundo occidental).

A pesar de que comparto la mayor parte de sus ideas, lo que me motivó a escribir estas líneas fue el mal uso de términos contables que hace el autor en sus libros, lo que lleva a muchas personas a pensar que su casa, su televisor, su equipo de músico o su PC son pasivos en vez de activos (WTF?).

El famoso “Kiyo” dice que “todo lo que saca plata de tu bolsillo” es un pasivo y todo lo que “pone plata en tu bolsillo” en un activo. Error garrafal en mi opinión, ya que si seguimos este criterio, es lo mismo una hipoteca que un televisor; una deuda con el almacenero que mi casa… simplemente no tiene sentido. El autor mezcla al activo y al pasivo con resultados positivos o negativos. Mezcla al balance general con el flujos de fondos (o cashflow). Tener un pasivo es tener una deuda. Así nomás.


Para mí, como “cerdo capitalista” pro-kiyosaki anti-confusión-contable, la base del ensayo del autor debería ser la diferenciación entre los diferentes tipos de activos (y no entre activos y pasivos)… En mi opinión, los activos pueden clasificarse de dos formas.

En un primer lugar, como:

• Agotables: En la contabilidad empresarial son, por ejemplo, las minas de explotación de minerales. En la vida cotidiana son los alimentos, la energía, las telecomunicaciones, etc. Gastar en este tipo de activos nos “condena” a la pobreza sea cual sea nuestro ingreso.

• Depreciables: Activos que pierden valor con el uso (o con el mero paso del tiempo). Dentro de esta categoría entran los electrodomésticos, artículos electrónicos, computadoras, etc. Con tan sólo pasar cinco años en nuestro poder perderán más de la mitad de su valor. Gastar en este tipo de activos nos “condena” a vivir en la clase media.

• No depreciables (o “inversiones”): Activos que mantienen o incrementan su valor a lo largo del tiempo. Entran en esta categoría los metales preciosos (oro, plata, bronce), los artículos de valor histórico (obras de arte, etc.), y, en un plano más amplio, la inversión (en sociedades, en estados, etc.). Gastar en este tipo de activos nos “condena” a vivir en la abundancia.

Además, podrán clasificarse como:
• Bienes generadores de capital: Inversiones en papel, en bienes raíces, en empresas, en bienes muebles, etc. Estos bienes tienen la capacidad de generar resultados positivos (aunque pueden no generarlos).
• Bienes contractores del capital: Su adquisición nos conllevará a perder parte de nuestro patrimonio mes a mes... además del gasto de adquirirlos hay que mantenerlos por cierto desembolso en forma mensual. Aquí sí entrarán nuestra casa (que su posesión no genera resultados positivos sino gastos).

Palabras finales…
Finalmente, sólo me queda agregar mi opinión con respecto al tópico “Casa=Deuda”. Obviamente vivir nos genera gastos, pero ser dueños de nuestra propia vivienda no es poseer un pasivo (no es estar endeudado). Ser dueños de nuestra propia casa es una inversión. Yo, personalmente, no comparto que ciertas personas sean dueñas de su propia vivienda, ya que la inversión en un inmueble (por lo menos en la Argentina) es una de las inversiones de peor rendimiento que existe (ronda el 7% anual), por lo que, en muchos casos, me parece más inteligente invertir en otra cosa y alquilar. Al respecto, el rendimiento de una inversión (sea cual sea) es inversamente proporcional al riesgo inherente a dicha inversión. Si un inmueble (“el ladrillo”) rinde tan poco es justamente porque es una de las inversiones más seguras. Así que también es una cuestión personal de aversión al riesgo la decisión de comprar o no una vivienda propia (y en qué momento de la vida hacerlo).

Volviendo al inicio… ¿Por qué decía que Kiyo construyó su imperio en base a uno o dos delitos (entre otras cosas)? Porque, entre sus consejos, recomienda crear empresas para poder gastar todo lo que uno quiera y recién después pagar impuestos (a diferencia de lo que puede hacer un empleado). Claramente, esto es ilegal tanto aquí en Argentina como en EE.UU.